Markku Alen ganó el Rallye de Portugal de 1981 en unas circunstancias que, posiblemente nunca se repitan, tras liderar el rallye tuvo un grave accidente en la Sierra de Sintra, el 131 Abarth colisionó violentamente contra unas rocas que arrancaron de cuajo la rueda delantera derecha.
Markku no se lo pensó dos veces y decidió no rendirse, la asistencia del equipo Fiat estaba a unos 14 Kms. antes de la siguiente especial cronometrada. Sin rueda delantera derecha y con un tramo de enlace en bajada no tuvo otra opción que conducir marcha atrás para no causar mas daños en la parte delantera de su coche. Los mecánicos del equipo Fiat tendrían dos horas para reparar el 131 antes de la siguiente cronometrada.
En el parque de trabajo todos los mecánicos de las distintas marcas aplaudieron al gran Markku cuando aparecío marcha atrás con un coche en tres ruedas y su parte delantera derecha destrozada. El equipo Fiat hizo su trabajo correctamente y repararon el coche que al final ganaría el Portugal de 1981. Markku necesitó unos masajes en el cuello y su copiloto Ikka Kivimaki decidió que nunca más se sentaría al lado de Markku Alen.
Una gesta tan increíble como inolvidable. Ikka Kivimaki tras varios días de reflexión se dio cuenta que con nadie estaba más seguro que con Markku, un piloto capaz de conducir marcha atrás en tres ruedas. En 1981 Ari Vatanen fue campeón del mundo tras muchas penurias, aunque no tuvo la necesidad de conducir marcha atrás.
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