El Fiat 8V se presentó en el Salón de Ginebra de 1952, y fue diseñado en cada detalle como un coche para competición. Su carrocería había sido modelada en el túnel aerodinámico del Politécnico de Turín y le permitió alcanzar 207 km/h durante unas pruebas realizadas en la autopista entre Turín y Milán, todo un record en aquel tiempo.
Muchos de ellos fueron utilizados asiduamente en competiciones, por lo que la mayoría de los que se conservan hoy han sido profundamente restaurados y es difícil encontrarlos en situación original.
Muchos de ellos fueron utilizados asiduamente en competiciones, por lo que la mayoría de los que se conservan hoy han sido profundamente restaurados y es difícil encontrarlos en situación original.
No es el caso del chasis 106.000100 fabricado en 1954, que pertenecía a la segunda serie de 30 ejemplares de los carrozados por la propia Fiat. Originalmente fue vendido en Alemania donde tomo parte en varias competiciones, en 1961 se encontraba en EEUU donde permaneció guardado hasta 2012 que fue adquirido por un coleccionista belga, quien actualmente lo conserva en condiciones totalmente originales incluyendo la pintura de fábrica.