Al contrario que el buen vino, parece ser que el Mercedes SLK no mejora con el paso del tiempo, aunque su primera carrocería era algo deforme (sobre todo en su parte trasera), si se consiguió mejorar en su acertada segunda versión.
La segunda entrega de este deportivo superaba con creces a la primera, mejorando los defectos de la primera serie con una parte posterior muy bien resuelta y más aligerada, y con una nueva y deportiva estética frontal que consiguieron renovar su imagen a la vez de crear una carrocería muy original y atractiva.
Ya está a la venta la última entrega del SLK, me ha sorprendido ingratamente que ahora la deformidad proceda de la parte delantera, parece ser que algunos deportivos engordan y pierden su personalidad con el paso de los años.
Es un coche fotogénico, verlo al natural es otra cosa. Imitar a tus hermanos mayores suele pasar factura, no me parece acertado como han intentado adaptar la delantera del SLS al SLK, son coches muy diferentes que nada tienen que ver uno con otro. Parece ser que algunas marcas nunca aprenden de sus errores del pasado.