
Sandro fue todo un ídolo, siempre popular y extrovertido, amaba al Stratos, siendo una de las personas mas implicadas en este proyecto. Colaborando como nadie para hacerlo un supercoche de ralllyes, truinfando en innumerables pruebas por toda europa para luego hacerlo campeon mundial, nunca le gustó el 131 Abarth. Consiguió 8 victorias en Rallyes del mundial (3 con el Fulvia y 5 con el Stratos) y un campeonato europeo de 1973, finalmente se ganó dignamente el apodo de "il stratosferico".


