sábado, 16 de mayo de 2009

Con y sin pegatinas


En el alma de los aficionados conviven dos mundos diferentes. Dos fibras sensibles que, aunque son el germen de lo mismo, si las lográsemos aislar por separado, podrían llegar a parecer antagónicas.

Por un lado está la pasión por la velocidad pura, por el circuito, por el olor a gasolina y goma quemada; y por otro está la pasión por el viaje, la carretera, el olor a cuero y el tacto de un volante de madera.


Hay quien se siente más atraído por la mecánica y la efectividad, y quien se enamora de la estética y las sensaciones.

Por un lado están las prestaciones y por otro el refinamiento. Están los Grupo B, y están los roadster ingleses; está el Porsche 917, y está el Ferrari 365 California.

Hay quien sueña con bajar el crono en cada paso por meta, y hay que sueña con una meta lejana a la línea de salida.


Supongo que todos los aficionados tenemos dosis elevadas de cada mundo mezcladas, pero yo creo que mi afición tiene su raíz en la carretera y fantaseo con protagonizar una road movie antes que un gran premio.


Por eso, aunque compartimos afición, hay quien sueña en pilotar un Delta Integrale en Monza, con Schumacher de copiloto; y yo, en cambio, sueño con conducir un eType, por carreteras secundarias del sur de Francia, con Charlize Theron de copilota.

1 comentario:

  1. Estupendo post,increibles fotos..Herrmann/Attwood dando a Porsche su primera victoria en Le Mans(1970)con el imbatible 917,un precioso Miura,Darniche/mahe llevando a la victoria su Stratos en el Tour de Corcega de 1979,un 300 SL solitario en perfecta armonia con el entorno,un F1 de los de antes en pleno "contravolante"....y para terminar un E Type en el mítico tramo del Col de Turini.
    Me lo has puesto dificil.....

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