La mayoría de fabricantes de automóviles están empeñados en convertir el coche en lo que realmente pretendió ser desde el principio: un práctico utensilio, como el microondas o las segadoras. Y ahora que van camino de conseguirlo, me gusta pensar en esa azarosa sucesión de soluciones técnicas que los convirtió en algo mágico que despierta pasiones. Todo lo contrario que los microondas o las segadoras.
¿Os imagináis que para manejar la dirección hubiese triunfado un sistema distinto al volante redondo? Podría haber ocurrido perfectamente. Los primeros coches llevaban mayoritariamente una especie de timón, parecido al mando de los antiguos molinillos de café. Sólo algunos raritos optaban por el timón redondo (también de inspiración naútica). Y parece que incluso el azar tuvo un papel fundamental para la generalización del volante redondo.
En 1996, un fabricante de lanchas pidió que instalaran un volante en su Daimler Phaeton: un incómodo mástil vertical que incluso dificultaba la visión a los pilotos más bajitos. Un año más tarde el vehículo sufrió un accidente durante una reparación en los propios talleres de Daimler: al volver a montar la carrocería sobre el chasis, ésta se desprendió de la eslinga doblando la columna de dirección hacia el asiento del conductor. Los mecánicos observaron que esa posición era ideal y, en 1900, el Daimler Parisian se convirtió en el primer automóvil de producción en serie con un volante sobre una columna de dirección inclinada.
* En diversos sitios web se identifica como el primer coche con volante, un Panhard 4hp que condujo un tal Alfred Vacheron en la Paris-Rouen-Race de 1894. Por supuesto, el volante era un aditamento no de serie. Aunque también parece que hay vehículos previos al motor de explosión, con una mando de dirección similar.
Y menos mal, porque el volante es el eje de mi pasión, un elemento que me produce una atracción fatal desde pequeño, ya fuese el coche del tiovivo, o una hormigonera.
Fui más de Autocross que de Scalextric, y nunca envidié a Michael Night por conducir el “coche fantástico”: ¡aquello no era un volante!
Por eso no podría tener un coche con el volante feo, por eso los 80,s me parece una década horrible, y por eso no me atraen los F1 actuales.
Yo quiero ver la carretera (y la vida) a través de alguno de los que ilustran este absurdo post.
¿El airbag? No sé, supongo que también podría inflarse desde el cenicero...
Estoy totalmente de acuerdo con la "reflexión", fotos preciosas (¿de que coche es la primera?, es precioso.
ResponderEliminarLa primera corresponde a un Seat Málaga. Concretamente a una versión especial CLX, de la que sólo se fabricaron 400.000 unidades
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