domingo, 22 de noviembre de 2009

Una triste confesión y una mala noticia

La triste confesión: ¿conoces a algún amante del rock sordo de nacimiento?, ¿alguien que lea todo lo que cae en sus manos sobre música, que se sepa de memoria los detalles de cada carátula, y que adore a unos y denoste a otros… sin haberlos llegado a escuchar jamás? Sería sospechoso. Por mucho que leas comparativas entre los Beatles o los Stones, por mucho que te sepas al dedillo la historia de ACDC, si nunca los has escuchado eres un aficionado de prestado, de pega.

Yo lo soy.

Adoro coches y marcas que jamás he conducido, algunos ni siquiera los he visto en vivo. Tengo opinión formada sobre la esencia Ferrari, la brutalidad del 930, la autenticidad de Aston Martin o Jaguar; prefiero el Corvette Sting Ray al C5 y donde esté el indomable Gullwing que se quite el Pagoda; el maravilloso A110, los Pegaso, Alfa Romeo, etc., etc. etc., y todo es de oídas. Mi opinión es de prestado.

La mala noticia: tú también lo eres.

1 comentario:

  1. No hay que ser tan extremista....conducir un deportivo de 300 cv es toda una referencia.

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