domingo, 22 de enero de 2012

Imágenes inolvidables (Montecarlo,1981)


En el rallye de Montecarlo de 1981 todo apuntaba a que un Porsche 911 SC (4769RP34) tenía importantes opciones para ganar, pero trás el incontestable liderato del revolucionario Audi Quattro (IN-NP50) de Hannu Mikkola, en el debut de esta marca en el mundial, pocos apostaban por un nuevo triunfo para el 911.

La excesivas prestaciones de Hannu con su todopoderoso Quattro, arrasando por más de 2 minutos a sus seguidores le causó un exceso de fogosidad que le hizo cometer un error que le costó muy caro, liderando el rallye y emocionado por las prestaciones y tracción de su Audi le llevaron a conducir como un loco, acabando en una cuneta cuando mantenía una ventaja más que importante sobre "los otros".

En un Montecarlo de los más nevados que se recuerdan, Jean-Luc Therier con su 911 SC se puso lider bajo una increíble nevada, conservando la 1ª posición del rallye hasta la última etapa, saliendo el 1º en la etapa final tuvo que encontrarse con nieve colocada por impresentables espectadores, que acabaron con sus expectativas y su 911 atrancado en una cuneta. Jean Ragnotti ganaba finalmente este Montecarlo dando una imprevisible victoria al R5 Turbo (440VB91).

Los Opel Ascona 400 de Kleint (GG-CJ690) y Kullang (GG-CJ649) llegarían en unas inmejorables posiciones 3º y 4º.

Viejas glorias de los rallyes como Bernard Darniche (6º) con su Lancia Stratos (TOU62570), y Markku Alen (7º) con el igualmente incombustible Fiat 131 Abarth (TOU48219) quemaban los últimos cartuchos de sus amados coches de tracción trasera antes de la llegada de la época más espectacular de la historia del automovilismo: Los grupo B. Tanto Bernard como Markku en años posteriores demostraron ser adictos a los deportivos fabricados en Turín.

Mientras el 911 SC de Jean-Luc rompe su aleta trasera izquierda derrapando contra un muro de nieve, la impresionante imagen de Jean Ragnotti con su R5 Turbo luchando contra las placas de hielo da fé de como se la jugaban los tipos duros de los rallyes, con coches de altísima potencia y sin ningún tipo de ayudas, a contravolante puro y duro. Así eran antes los rallyes, duelo a muerte hasta el final, innumerables marcas implicadas y arriesgados héroes de rallyes lo daban todo, poniendo todos la carne en el asador para jugárselo todo por un puñado de segundos que les daban la gloria.



2 comentarios:

  1. Hola !!!

    He sentido la nieve en mis pies y el olor al monoxido de carbono de los coches leyendo este post. felicitaciones !!!

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  2. hola.. quién quedo segundo?

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